domingo, 12 de julio de 2009

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César Vallejo

Espergesia


Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que soy malo; y no saben
del diciembre de ese enero.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hay un vacío
en mi aire metafísico
que nadie ha de palpar:
el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hermano, escucha, escucha...
Bueno. Y que no me vaya
sin llevar diciembres,
sin dejar eneros.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que mastico... y no saben
por qué en mi verso chirrían,
oscuro sinsabor de ferétro,
luyidos vientos
desenroscados de la Esfinge
preguntona del Desierto.

Todos saben... Y no saben
que la Luz es tísica,
y la Sombra gorda...
Y no saben que el misterio sintetiza...
que él es la joroba
musical y triste que a distancia denuncia
el paso meridiano de las lindes a las Lindes.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo,
grave.

1 comentario:

  1. me encanto..parece un tango, no conocia este autor me estas instruyendo muy bien usté...jaja leete este que me dejo sin palabras precisamente

    Y SI DESPUÉS DE TANTAS PALABRAS...

    ¡Y si después de tantas palabras,
    no sobrevive la palabra!
    ¡Si después de las alas de los pájaros,
    no sobrevive el pájaro parado!
    ¡Más valdría, en verdad,
    que se lo coman todo y acabemos!

    ¡Haber nacido para vivir de nuestra muerte!
    ¡Levantarse del cielo hacia la tierra
    por sus propios desastres
    y espiar el momento de apagar con su sombra su tiniebla!
    ¡Más valdría, francamente,
    que se lo coman todo y qué más da...!

    ¡Y si después de tanta historia, sucumbimos,
    no ya de eternidad,
    sino de esas cosas sencillas, como estar
    en la casa o ponerse a cavilar!
    ¡Y si luego encontramos,
    de buenas a primeras, que vivimos,
    a juzgar por la altura de los astros,
    por el peine y las manchas del pañuelo!
    ¡Más valdría, en verdad,
    que se lo coman todo, desde luego!

    Se dirá que tenemos
    en uno de los ojos mucha pena
    y también en el otro, mucha pena
    y en los dos, cuando miran, mucha pena...
    Entonces... ¡Claro!... Entonces... ¡ni palabra!

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